Preparación al Desastre y Medidas de Intervención en el Contexto de la Gestión de las Ciudades del Patrimonio Mundial(1)

En el Gran Caribe, región donde en la actualidad hay 11 ciudades inscritas en la Lista del Patrimonio Mundial, además de una cantidad de Monumentos y Paisajes Culturales también declarados, ocurren todos los tipos de desastres naturales y humanos, que han producido grandes destrucciones al patrimonio construido a través de la historia.

Cuando hablamos del Gran Caribe nos referimos a la región que abarca, según elPlan de Protección del Medio Ambiente de las Naciones Unidas, los Estados insulares y continentales del Mar de las Antillas y el Golfo de México. Así comolos del Océano Atlántico adyacente.

América Central y el Caribe están dominados por dos sistemas orográficos, lo que hace de la zona uno de los grandes ejes volcánicos de la Tierra. En las Antillas Menores, por mencionar sólo dos casos, podemos recordar las erupciones de Mont Pelée en el 1902, que destruyó la ciudad de Saint-Pierre en Martinica y las recientes erupciones del volcán Soufriére que obligaron a evacuar la pequeña isla de Monserrat, causando daños en la misma.

Las activas fallas que delimitan la placa tectónica caribeña producen constántemente temblores de tierra y terremotos, como el que sacudió hace unos meses a El Salvador y Guatemala, produciendo gran cantidad de muertes y destrucciones al patrimonio construido. En el caso de El Salvador vimos como se desarrolló una cadena de acontecimientos, siendo las primeras noticias que se dieron a conocer, los deslizamientos de terreno que dejaron sin vida a una gran cantidad de personas y sepultando un sin número de inmuebles.

Muchas ciudades del Gran Caribe han sido destruidas en los últimos 500 años por causa de los terremotos, siendo una de ellas la Villa de la Concepción de la Vega, en la República Dominicana, fundada por el Almirante Cristobal Colón al final del siglo XV y destruida por el terremoto del 1562, obligando a los vecinos a trasladarse a otro lugar cercano. Otro caso reciente de deslizamiento de tierra que provocó grandes daños, fue el ocurrido en La Guaira y otros poblados venezolanos, como consecuencia de fuertes lluvias.

Ligados a los terremotos y a los desprendimientos en las profundas fosas de la zona, están los maremotos o tsunamis. En la República Dominicana un maremoto destruyó el primer asentamiento de la Villa de Azua de Compostela en el siglo XVII y en el 1946 otro destruyó el poblado de Matanzas y muchas casas de pescadores que se encontraban en las playas de la Bahia Escocesa, en el noreste de la isla.

La fuerza del viento convertida en huracanes y tornados, son otros de los fenómenos naturales que causan grandes desastres en la región del Caribe. Del 1ro. de junio al 1ro. de diciembre de todos los años, el Caribe es amenazado por huracanes que se forman en sus aguas o en las costas africanas, cerca de Cabo Verde, del otro lado del Océano Atlántico. Aunque con los últimos adelantos se puede saber desde el momento que se forma una depresión tropical y cuándo se convierte en huracán, así como la trayectoria que lleva y posibles trayectorias a seguir, la fuerza de los mismos es tan grande, asi como de las cadenas de acontecimientos, que causa grandes desastres en la región año tras año. Son muchos los huracanes que podriamos citar que han dejado grandes destrozos en las islas del Caribe, así como en las penínsulas de Yucatán y la Florida, el Golfo de México y Centroamérica, ante todo en los paises más septentrionales.

El mero hecho de que se produzcan fenómenos naturales extremados y se desencadenen fuerzas elementales conexas no es por si mismo un desastre. El desastre ocurre cuando uno o más de esos fenómenos se abate sobre un asentamiento humano, una zona de cultivo o un Bien Cultural.

Las inundaciones ocasionan aproximadamente el 90% de los daños y pérdidas de vida más desastrosos. Por este motivo se considera que las planicies de inundación fluvial y costera son las regiones de máximo peligro potencial desde el punto de vista de los asentamientos humanos en general y de modo más especial cuando las inundaciones pueden producirse en combinación con huracanes, terremotos, deslizamientos de tierra y otros fenómenos.

Reciéntemente tuvimos el paso de Chantal por Chetumal y Campeche, que aunque afortunadamente sus vientos no alcanzaron la fuerza de huracán, las aguas produjeron grandes daños.

Se ha repetido ya hasta el cansancio, la necesidad de tener un conocimiento de los Bienes Culturales existentes, a través de un inventario y catálogo, como medida indispensable ante toda acción de protección, conservación o restauración de los mismos.

Todavía hay muchos paises y territorios de los 40 que conforman el Gran Caribe, por no decir la mayoría, que no cuentan con ese inventario y catálogo, o peor aún, no cuentan con una estructura adecuada para proteger su patrimonio cultural.

La Organización del Gran Caribe para los Monumentos y Sitios, CARIMOS, es una entidad no gubernamental, de carácter regional y sin fines de lucro, que tiene como objetivos el estudio, divulgación, protección y restauración de los monumentos y sitios que hayan definido el carácter local, regional, nacional e inter-regional del Gran Caribe, contribuyendo a su identidad cultural y desarrollo.

En sus casi 20 años de funcionamiento, CARIMOS ha venido investigando y dando a conocer por diferentes medios, el patrimonio construido de la región, siendo uno de ellos las exposiciones sobre Arquitectura Vernácula, Fortificaciones del Caribe y el Patrimonio Monumental del Gran Caribe, compuestas en total por 177 carteles, que han contribuido grandemente a la difusión del patrimonio arquitectónico de la cuenca del Mar Caribe.

Dada la importancia del conjunto de fortificaciones que hay en la región, algunas de las cuales ya están incluidas en la Lista del Patrimonio Mundial, CARIMOS está preparando un proyecto para nominar las Fortificaciones del Gran Caribe como Patrimonio Cultural Mundial, en la categoria de Ruta Cultural, para lo cual ya ha firmado Acuerdos con el Instituto Veracruzano de Cultura, el Instituto de Cultura de Quintana Roo, el Instituto de Antropología e Historia de Honduras y la Dirección del Patrimonio Cultural de Guatemala.

Uno de los grandes desafios abordados por CARIMOS, lo representa la ejecución de una serie de proyectos de restauración en potenciales ciudades a ser declaradas Patrimonio Mundial, como Spanish Town en Jamaica, Cap Haitien en Haití y Paramaribo en Suriname. Estos proyectos están siendo financiados por la Unión Europea, en el marco del Programa Regional de Turismo para el Caribe, a través de CARIFORO.

También bajo los auspicios de la Unión Europea y otros organismos e instituciones de la región, CARIMOS instaló en Santo Domingo, República Dominicana, un Centro de Inventario para los Bienes Culturales del Gran Caribe, en su categoría de patrimonio construido y monumental, dando prioridad a las ciudades y monumentos declarados Patrimonio Mundial o que potencialmente tengan valor para ser considerados como tales o que estén declarados Monumentos Nacionales o que de alguna forma estén protegidos oficialmente.

Este banco de datos proporcionará información general del Bien Cultural, incluyendo su nombre, localización, fecha o periodo de construcción y aspectos legales, asi como sus características, dentro de lo cual tenemos los materiales de construcción, estado de conservación, estilos arquitectónicos y uso principal. Además se podrán encontrar datos históricos, una descripción física o arquitectónica, así como planos, fotografias y referencias bibliográficas.

La captación de datos se está realizando gracias a la integración de agencias, organizaciones e individuos de toda la región, siendo los actores principales las autoridades nacionales del sector patrimonial y del sector turístico.

Como en la gran mayoria de los paises de la región no existen inventarios, se ha tenido que obtener la información de los monumentos, de libros, publicaciones, internet, entrevistas, videos, documentos, etc.

No pudiendo obtener ningún sistema de inventario existente, CARIMOS tuvo que diseñar su propio sistema, utilizando algunas experiencias conocidas, de otros paises.

Para diciembre del 2001, la primera etapa de este inventario estará disponible en el Web-site de CARIMOS (www.carimos.org), convirtiéndose en un instrumento escencial para los planes de protección, conservación y restauración del Patrimonio Cultural del Gran Caribe.

En la portada de la página se podrá seleccionar uno de los tres idiomas disponibles, que son español, inglés y francés. Además de los datos de inventarios, la página tendrá informaciones sobre los paises del Gran Caribe.

En esta primera etapa se espera tener disponible en la red, las fichas de 1,000 monumentos correspondientes a los paises ACP del Caribe y poco tiempo después se complementará con fichas de otros paises del Gran Caribe.

El objetivo de CARIMOS es convertir este inventario en una herramienta de información, educación, planificación, desarrollo turístico y gestión, que estará disponible a todas las naciones, organismos, técnicos y público en general.

El Grupo de Trabajo sobre Inventario y Catalogación, dentro del Encuentro Internacional sobre Patrimonio Cultural del Gran Caribe, CARIMOS 2001, Cancún, celebrada en dicha ciudad a finales de abril del presente año, hizo las siguientes recomendaciones, dentro de la “Declaración de Cancún” aprobada por los participantes:

    1. Solicitar a la Organización de los Estados Americanos, OEA, el Respaldo moral e institucional necesario para el reconocimiento del inventario por parte de cada una de las naciones miembro que conforman el denominado Gran Caribe.

    2. Poner a disposición de diversas instancias de los países de la región, los instrumentos desarrollados por CARIMOS para la realización del inventario, muy especialmente los formularios de levantamiento de información, sus instructivos y manuales.

    3. Procurar la compatibilización y unificación de los sistemas de inventario de Bienes Culturales de los países de la región sólo en aquellos casos en que la situación de desarrollo de esta tarea se encuentre en una etapa temprana o preparatoria que acepte la integración fluida de metodología y sistemas.

    4. Procurar el registro del patrimonio construido de las diversas unidades geopolíticas del Gran Caribe en el inventario regional aun en países sin legislación para la protección del patrimonio, así como en países con legislación incipiente y en aquellos donde la legislación se encuentre en etapa de transición.

    5. Considerar el concepto de “paisaje cultural” definido por la UNESCO como parte integrante de los bienes inmuebles en el Inventario de Bienes Culturales del Caribe.

    6. Aprender de la experiencia reportada en Valladolid, México, donde el sector académico propició la realización del inventario de la ciudad con la participación de sus estudiantes, coordinando su ejecución con las autoridades correspondientes, y gestionando a través del sector privado los recursos materiales necesarios para suplir las carencias de los organismos oficiales.

    7. Divulgar los inventarios por medios electrónicos o CDs, en contraposición a los medios convencionales impresos en virtud de las economías que esto reporta.

    8. Focalizar la búsqueda de financiamiento en áreas predeterminadas de interés para las agencias internacionales. Por ejemplo, en el caso de la OEA, enfatizar la tarea de la educación y capacitación en el tema de los inventarios, especialmente a través de medios electrónicos a distancia.

    9. Canalizar hacia el Comité Ejecutivo de CARIMOS las solicitudes de colaboración para promover y difundir los resultados de inventarios ya realizados en el ámbito de las localidades de la región.


Y como conclusión proponen:

    a) Colaboración entre agencias y organizaciones para desarrollar los inventarios locales y el inventario regional.

    b) Gestión para conseguir fondos que permitan en el ámbito local capacitar recursos humanos, instalar métodos e instrumentos tanto físicos como electrónicos en los países que lo requieran.

    c) Sustentabilidad o sostenibilidad del Inventario Regional ya que los recursos con que cuenta están limitados en el tiempo.

Tal como dijéramos en la Declaración Conjunta firmada con la OEA hace unos años, se hace necesaria ya una acción concertada, nacional e internacional, pública y privada en la Región del Gran Caribe, acción que responde a una necesidad reconocida, a un punto de vista moderno, a un estado de alerta institucional y a una conciencia cada vez más fuerte hacia una actitud comunitaria dispuesta a la búsqueda de soluciones concretas a los graves problemas del desarrollo de la región. En tal sentido, queremos manifestar el interés de CARIMOS de unir esfuerzos con la Organización de las Ciudades del Patrimonio Mundial, para concluir este Proyecto de Inventario de los Bienes Culturales de la región, así como para conservar adecuadamente el Patrimonio Cultural Mundial y el Patrimonio Cultural en general, del Gran Caribe(2).


Arq. Esteban Prieto Vicioso
Coordinador General de CARIMOS



    (1) This report was given at the Puebla, Mexico, meeting of the World Heritage Cities Organization.

    (2) The Caribbeans - a group of islands, States and some Meso-american nations, for reasons related to the tectonic plates and earth movements - are particularly subject to natural disasters with great impacts on cultural heritage, historic buildings, landscapes, and archaeological sites. This has proven dramatically true when St-Pierre, in Martinique, was destroyed by the sudden volcanic activity of Mont Pelee, in 1902, or, more recently, when the Soufriere Volcano forced the evacuation of the British island of Montserrat. In addition, tropical storms and seismic activities have lead to major disasters such as Hurricane Mitch and the earthquakes followed by landslides in Guatemala and El Salvador, some years ago, causing a great number of deaths and losses of cultural heritage.