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Durante el último año no se han logrado los avances esperados en las actividades de la conservación del patrimonio construido debido a la compleja situación política, económica y social del país. La protección legal es aún insuficiente; aunque el trabajo en el Proyecto de Reforma de la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural (1993) sigue en curso, todavía no hay una propuesta definitiva y debido a las circunstancias locales pensamos que este tema no será prioritario para su discusión en la Asamblea Nacional. Sin embargo, es importante señalar que el Instituto del Patrimonio Cultural, a pesar de la crisis económica ha duplicado este año la atención a solicitudes de asesoría en el ámbito nacional, lo que significa que hay una mayor preocupación por parte de la comunidad y los entes gubernamentales en atender correctamente, en la medida de las posibilidades su patrimonio.
Balance de los reportes anteriores En los centros históricos, desde el punto de vista práctico, han sido escasos los progresos significativos, porque se suspendieron
las discusiones de los planes de ordenamiento y nuevas ordenanzas municipales debido a las reformas iniciadas en el sistema legal venezolano desde 1999. No obstante, el Instituto del P
atrimonio Cultural, ente rector en el ámbito nacional, ha dado importantes pasos en la identificación de los centros y en la elaboración de Planes de Manejo. Entre los años 2000-2001 se
identificaron 319 centros poblados con valores urbanos, arquitectónicos y ambientales, y se iniciaron los procesos para el desarrollo del Plan de Manejo para el sitio de Patrimonio
Mundial de las ciudades de Coro y La Vela, a ser financiado por el Consejo Nacional de la Vivienda. Con la misma institución se firmó un convenio para que todos los proyectos y
obras del ‘Programa de Rehabilitación de Cascos Históricos’ sean realizados bajo los lineamientos dictados por el Instituto del Patrimonio Cultural. Por lo demás, la elaboración de
informes periódicos para el Comité de Patrimonio Mundial ha dinamizado la discusión en torno al tema de la gestión de los Centros Históricos y ha permitido involucrar a todos los
entes con responsabilidades en las ciudades de Coro y La Vela.La Ciudad Histórica de La Guaira fue uno de los casos planteados en la publicación ‘Heritage at Risk 2000’ por las
consecuencias del deslave de 1999. Para enfrentar los problemas ocasionados por el desastre natural, el Estado creó varios entes administrativos que se han sucedido en el tiempo.
El primero coordinó con otras instituciones acciones urgentes y el siguiente buscó soluciones de más largo alcance. Aunque se han elaborado estudios en varias áreas de competencia
todavía no se ha ejecutado un plan integral que afronte los problemas de la conservación del patrimonio del Centro Histórico y otros sitios de interés cultural. Del mismo modo se hace
necesario realizar otras acciones de emergencia para controlar el deterioro progresivo y las intervenciones improvisadas que emprenden los vecinos para reparar los daños.
El Instituto del Patrimonio Cultural, está emprendiendo algunas iniciativas preliminares, como parte de un futuro Plan de Manejo, entre ellas el ‘Proyecto Piloto: Educación en
Valores Patrimoniales y Ambientales para el estado Vargas’ (para el cual ha recibido recientemente un aporte de la UNESCO), el inicio de la elaboración del Catastro Urbano de
la ciudad y del Sistema de Información Geográfico. A su vez se están coordinando esfuerzos con entes locales y regionales para la realización del Plan de Manejo, Rehabilitación
y Puesta en Valor. Para recuperar este singular centro, además de contar con considerables recursos económicos, debe crearse un órgano de gestión, y planificar acciones que
involucren activamente a su población en el desarrollo socioeconómico, mediante actividades productivas planificadas que produzcan un impacto positivo en la conservación
del patrimonio y el desarrollo del turismo cultural.
En cuanto al patrimonio paleontológico, en febrero del 2002 por iniciativa del Museo de Ciencias se produjo la devolución de un grupo de 112 fósiles prehistóricos, entre los
cuales se destaca la concha de una tortuga del género y la especie más grande que ha existido, la Stupendemys Geographicus. Otros fósiles recuperados corresponden a
especies extintas hace 6 millones de años. Este material de gran valor científico y cultural fue hallado en Urumaco, estado Falcón en 1972 y permaneció durante 30 años en la
Universidad de Harvard, USA, por un convenio de investigación. A su llegada al país se organizó una muestra didáctica en el Museo de Ciencias, la cual seguramente llegará
a otros museos del país. Además existe un proyecto para la creación del Museo Paleontológico en Urumaco que surge de la iniciativa de un grupo de instituciones nacionales y
locales, con apoyo de empresas privadas. Entre los pobladores existe una alta conciencia de la importancia del sitio, al punto que la Alcaldía de Urumaco creó un departamento
de Paleontología con la finalidad de preservar los yacimientos.
El hecho de recuperar la tutela de este patrimonio facilita su divulgación, promueve su revalorización en la conciencia de los venezolanos y permite contar con una fuente
importantísima para la investigación científica. Esperamos que éste sea apenas el comienzo del rescate, por parte de organismos gubernamentales, del patrimonio paleontológico
que se halla disperso por varios países desde hace muchos años, como es el caso de algunos materiales encontrados en el Sitio de Taima Taima, estado Falcón.
Por otra parte, la conservación del patrimonio intangible o inmaterial, denominado en Venezuela ‘patrimonio vivo’, ha recibido un buen impulso por parte de las instituciones
culturales. Se ha aprobado la elaboración de un dossier preparatorio para la solicitud de Declaratoria de Patrimonio Mundial de las manifestaciones culturales agrupadas bajo
la denominación de ‘Diablos Danzantes’ manifestación muy particular del mestizaje en honor al Santísimo Sacramento, con una fuerte presencia en diferentes zonas del país
aunque con algunas variantes. De la misma forma se ha avanzado en la declaratoria nacional como Patrimonio Cultural de la Nación del ‘Valle de Chuao’ en su carácter de paisaje
cultural, categoría en la cual el patrimonio intangible juega un papel primordial. A su vez, la Hacienda Cacaotera de Chuao, célebre por ser el establecimiento industrial donde se
produce desde la época de la colonia el mejor cacao del mundo, fue incluida en la Lista Tentativa del Patrimonio de la Humanidad.
Es notable el reconocimiento que se ha hecho a las lenguas indígenas en la Constitución de 1999, que las distingue como lenguas oficiales de la República y no como dialectos,
y recientemente con la promulgación del ‘Decreto para la Promoción y Ampliación del uso Oral y Escrito de las Lenguas Indígenas’ donde se reafirma la obligatoriedad de la
educación bilingüe en las comunidades indígenas, y su uso en documentos oficiales y medios de comunicación. También en los últimos dos años se ha hecho una labor de
investigación, rescate y difusión de estas lenguas mediante varios proyectos que comprenden diagnóstico, apoyo en campo a las comunidades con lenguas en peligro de
extinción, revitalización de las lenguas mapoyo y kariña, y trabajos de sensibilización en nichos lingüísticos con los arawak del Amazonas.
Con relación al patrimonio del siglo XX que fue referido por nuestro comité en Heritage at Risk 2001/2002, hay varios casos en los cuales se ha visto alguna evolución.
Respecto a la Reurbanización de El Silencio (1939), emblemático conjunto de vivienda multifamiliar proyectado por el Arquitecto Carlos Raúl Villanueva, los múltiples problemas
que hoy confronta, más de índole social que arquitectónico, ha desencadenado una iniciativa gubernamental para el rescate. Cuenta con apoyo económico e institucional para
iniciar la rehabilitación integral, que combina la actuación sobre el hecho arquitectónico y el componente social simultáneamente, lo cual puede constituirse en una intervención
modelo desde este punto de vista.
Otro aspecto del patrimonio moderno que ha presentado cierta dinámica en este periodo es el tema hotelero, el cual constituye una de los legados edificados de la Venezuela
Petrolera, con proyectos de arquitectos nacionales y extranjeros de gran calidad. En la actualidad estas producciones se encuentran seriamente amenazadas en su conservación,
debido a la escasa rentabilidad que generan, con el agravante de que ninguna presenta declaratoria patrimonial.
Respecto al caso del Hotel Avila (1949) proyectado por el equipo de arquitectos norteamericanos Harrison, Abramovitz and Fouilhoux, existe una propuesta de inversión
extranjera que plantea la demolición parcial y la construcción de una nueva edificación manteniendo el esquema planimétrico de la actual, pero descarta sus mayores valores
(simbiosis edificación-ambiente, ventilación cruzada, escala, articulación de volúmenes lineales). En 2001 se sostuvieron diversas reuniones entre varias instituciones públicas,
la participación de ICOMOS y la mediación del Instituto del Patrimonio Cultural, de donde sugieron varias propuestas para la directiva del Hotel, pero aún no se ha llegado a un
acuerdo que garantice simultáneamente la conservación integral del edificio en su medio ambiente y la rentabilidad del establecimiento hotelero.
Por otro lado el Hotel Humboldt (1956) del Arquitecto Tomás Sanabria, enclavado en el cerro El Avila de Caracas y vinculado a un sistema de transporte por funicular,
conservaba la ambientación y mobiliario original. Durante quince años permaneció cerrado al público, con todas las amenazas que esto implica para su conservación, pero
ahora sido entregado en concesión a un ente privado para permitir su rescate y sustentabilidad económica. En la actualidad se encuentra en proceso de rehabilitación, pero
la intervención se emprendió al margen del proyectista original, lo cual generó diversos pronunciamientos del mismo y de la sociedad.
Esta problemática puede extenderse a la mayor parte de los hoteles de gran escala que están en manos del estado, representando una carga económica para el mismo. Así
mismo existen otros que forman parte de cadenas internacionales como el Hotel Guaicamacuto (actual Macuto Sheraton), del Arquitecto Luis Malaussena (1955), que fueron
afectados por los deslaves de 1999 en el Litoral Central. Permanecen cerrados y en progresivo deterioro, por la crisis económica.
Por otra parte surgen nuevas amenazas, pues corre peligro de desaparecer el patrimonio moderno petrolero, en especial el ‘bosque’ de torres de petróleo en el Lago de
Maracaibo (en la actualidad es un ‘paisaje cultural relicto’ pues su uso caducó) y junto con él la arquitectura civil soporte de la actividad petrolera en sus primeros tiempos.
Por esta razón, urge su valorización para protegerlos como elementos de nuestra identidad e imagen de principal industria nacional.
Estudio de Caso 1: Metro de Caracas - Línea 4
Actualmente se encuentra en construcción la Línea 4 del Metro la cual afecta en su trayecto el trazado de la Avenida Lecuna y gran parte de las urbanizaciones El Conde y San Agustín.
La avenida formó parte del Plan Regulador para Caracas (1951) concebido para ordenar el tráfico automotor hacia el centro, dentro de un conjunto de vías de tránsito rápido que cambió
la fisonomía de la ciudad tradicional por la imagen de gran urbe. Esto unido al efecto de las inversiones petroleras, que consolidó un periodo de bonanza económica, dio lugar a un auge
de la construcción, con presencia de mano de obra especializada proveniente de la inmigración europea. De allí que la arquitectura resultante en este sector sea muy variada en estilos
con empleo de técnicas constructivas y materiales de vanguardia en su momento.
Las urbanizaciones El Conde y San Agustín (del Norte y del Sur), habían surgido como esfuerzo conjunto del Estado y la empresa privada en la primera expansión de Caracas
hacia el sureste a partir de 1919. Constituían notables conjuntos de viviendas unifamiliares de diferentes estilos en boga para el momento: neocolonial, internacional, morisco
y egipcio. En cuanto a las edificaciones ubicadas en la esquina de Miracielos sobre la Avenida Lecuna, son representativas del periodo 1945-1955, donde el diseño de la
esquina se adaptaba al borde urbano en forma curva y se combinaban los usos de vivienda en los pisos altos y comercio en planta baja. Contenían en algunos casos una
carga decorativa en el portal y las rejas, molduras, y diversos materiales para diferenciar pisos. Casi todos estos ejemplos de arquitectura han sido demolidos por la
construcción del sistema de transporte subterráneo.
La sociedad civil organizada va a cumplir dos años en la lucha por la conservación de este patrimonio, lo cual la llevó a interponer un recurso de amparo para la protección
de siete edificaciones, el cual fue declarado ‘con lugar’. Esta acción de participación de la sociedad, con el apoyo de Fundapatrimonio (institución adscrita a la Alcaldía de Caracas), para la protección y salvaguarda del patrimonio moderno sienta un precedente en el país en el reconocimiento del patrimonio no declarado, pero que constituye un conjunto de valor. De esto resulta un efecto altamente positivo, ya que la compañía Metro de Caracas y otras instituciones que actúan en la ciudad se han visto obligadas a solicitar los permisos y la orientación adecuada de los entes competentes en materia de conservación del patrimonio construido.
Estudio de Caso 2: Centro Histórico de Puerto Cabello
Esta ciudad colonial venezolana de principios del S. XVIII, con marcada influencia de arquitectura caribeña y española, está en peligro de ser definitivamente alterada. Aún teniendo una
declaratoria de patrimonio cultural de la nación, el Centro Histórico es agredido constantemente, sin contar que otros lugares de valor histórico, arquitectónico y arqueológico por no
encontrarse dentro de la poligonal de protección legal están siendo desbastados.
Edificaciones de dos plantas, de gran calidad arquitectónica e importancia histórica son afectadas por un proceso descontrolado de urbanismo y ocupación del espacio. Éstas
muestran una exquisita ornamentación en frisos y maderas y sólidos muros en piedra coralina, pero desde cualquier ángulo se pueden notar faltantes, horadaciones, derrumbes
y otros deterioros. Una cantidad considerable de casas ha sido ocupada por personas sin hogar que según información de vecinos del sector, fueron reubicados en éstas por
las autoridades regionales por razones políticas. También podemos apreciar que muchas construcciones son sólo fachadas, ya que el interior ha colapsado por completo.
Se debe hacer un llamado de atención para que las instituciones locales, regionales y nacionales consideren la importancia de la planificación concertada y la conservación de
este conjunto de tanta significación patrimonial y no continúen actuando sólo a través de proyectos puntuales o en acciones de salvamento donde ya se han producido daños
irreversibles.
Estudio de Caso 3: Hacienda la Trinidad de Tapatapa - Arquitectura rural, patrimonio industrial
Las grandes haciendas, productoras de café, cacao, caña de azúcar y añil, así como ganado y frutos varios, permitieron la creación de grandes fortunas en la colonia. Son parte
esencial de nuestro patrimonio rural e industrial, pero están en un proceso de desaparición paulatina debido a diferentes causas, entre las que se encuentran los cambios en el uso
de la tierra, la introducción de nuevas tecnologías que llevan a abandonar los antiguos implementos productivos y litigios sucesorales por la propiedad.
Una de las más importantes es la Hacienda La Trinidad, en los valles de Aragua, la cual perteneció a uno de los hombres más ricos e influyentes de la provincia en tiempos
de la gesta independentista, el Marqués de Casa León.. En ella se cultivaron los principales rubros agrícolas que caracterizaron la economía venezolana durante los siglos XVII,
XVIII y XIX.
Su Casona, declarada Patrimonio Histórico, resume parte importante de nuestra historia como Republica, ya que no solamente se escenificaron episodios trascendentes del
periodo colonial sino que también sucedieron hechos relevantes en otras épocas. Ubicada en lo alto de una colina, profusamente decorada con pintura mural decorativa y con
finos cerramientos de madera moldurada, desde sus galerías con arcadas se domina todo el valle.
En los actuales momentos se lleva a cabo un proyecto para su restauración, financiado por el Ministerio de Infraestructura, lo que no ha evitado que el deterioro vaya en
aumento, y si no se toman medidas urgentes, se dirige aceleradamente hacia la ruina debido a diversos factores. El abandono que sufrió durante muchos años, y el vandalismo,
favorecido por la falta de protección y vigilancia, amenazan con hacer desaparecer muchos elementos constructivos y material arqueológico. El colapso del techo favorece la
inestabilidad estática del inmueble y permite la entrada del agua que acelera el deterioro.
Los proyectistas están solicitando a las instituciones competentes del Estado que paralelamente a la elaboración del proyecto se dote al conjunto de protección, y vigilancia,
se restrinja el acceso, y se defina institucionalmente el futuro uso, adecuado con su capacidad física e importancia histórica. Se insiste en la necesidad de la continuidad en
el financiamiento del proyecto y la obra para evitar mayores deterioros y retardos en su puesta en funcionamiento. Por su parte, el IPC estudia la ampliación de la declaratoria
de la Casa patronal para que se incluyan las instalaciones de la Hacienda que no son menos valiosas.
Autores: Maria Eugenia Bacci, Juan Carlos León, Soraya Nweihed, Patricia Morales, Francisco Pérez Gallego, Mariela De La Hoz, Luis Guillermo Román, Ileana
Vásquez (ICOMOS Venezuela)
Colaboradores: María Carlota Ibáñez (ICOMOS Venezuela), Floralba Cabrera (IPC).
Informantes: Instituto del Patrimonio Cultural; Fundapatrimonio, Municipio Libertador
Contactos: ICOMOS Venezuela: ivasquez@cantv.net; Instituto del Patrimonio Cultural: ipc@reacciun.ve; www.ipc.gov.ve
ICOMOS Venezuela
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